Historia inacabada sin titulo ._.

-Acábate eso o llegarás tarde -insistía su madre mientras removía monótamente el bol de cereales.

Sally dejó el desayuno tal y como estaba y se lanzó a la calle, aún aturdida por el sonido del despertador. Era aburrido recorrer todos los días a la misma hora el mismo camino hacia la misma clase. Uno, dos, tres, cuatro... contaba los árboles una vez más, acompasando su respiración con sus pasos. Hundiendo de nuevo los zapatos en la nieve bajo un cielo gris. <<Hoy no va a ser un buen día...>> pensó Sally desviando su concentración a los rayos de Sol que se abrían paso entre los nubarrones. Aún estaban encendidas las farolas, y quedaban realmente estúpidas bajo la luz del astro rey.
Sally siguió avanzando. Esa mañana el instituto parecía estar más lejos de lo normal. Sentía el cuerpo exageradamente pesado, los párpados hinchados y los dedos agarrotados a causa del frío. Cada vez le costaba más caminar. Pasaron horas dentro de su pequeña y agitada cabeza. El frío viento de poniente le azotaba violentamente en la cara. Agachó la cabeza, apretó los puños y frunció el ceño dentro de su enorme chaquetón. Se sentía un oso panda o, peor aún, Michelín. Sus pies se hundían en la blanqueza del suelo, y luchaba por no acabar hasta las rodillas de nueve fría. Después de tanto combatir con el clima, vislumbró a lo lejos la puerta del instituto. Miles de niños cruzaban la frontera hacia el calor artificial que desprendía la sala de máquinas de aquel carcelario centro. Sally se abrió paso entre la muchedumbre hasta entrar en ese inhóspito lugar. Las paredes grisáceas dejaban un leve espacio cada seis pasos para una pequeña ventana acicalada con barrotes de hierro verde. El ambiente era más hostil que de costumbre. Alumnos y profesores caminaban rápidos y decididos con la vista fija al frente y en sí mismos. Sally bajó la cremallera de su chaquetón y caminó hasta su taquilla. Guardó el chaquetón, cerró la taquilla y fue a clase. Ese día, Sally se sentía más inútil que de costumbre. Estaba sola en el pasillo, esperando a la profesora de Biología, mirando al techo desconcertada. ¿Qué le había pasado? ¿En qué se había convertido su vida? ¿Por qué? Algo vibró en el bolsillo trasero de su pantalón. Sacó su móvil y leyó las letras grises: "Siéntete orgullosa". Sonrió, pero no le prestó especial atención. Sally nunca le presta atención a lo importante. No es que no quiera, y tampoco es por falta de ganas. Es que no sabe. Sally no sabe nada. Y aún así, Sally es feliz. ¿No es genial? Ella siempre lo negaba. Lo negaba todo y absolutamente todo. Y ello soia ocasionarle graves problemas.


Ya la terminare xDD

la historia es una caca y apesta como mi conexion xDD

xDDDDDD mi cable esta salido

el mio no existe xDD

xDDDDDDDDDDDDD a mi tambien me pasa con el portatil xDD

exacto xDDD

PENE

DAIS MIEDO!

Os juro que os voy a matar si se donde vivis

Sar... Se donde vives e.e

A mi tambien xDD

JAJJAAJAJ bien con la historia un par de erratas pero bien, por cierto Dune cuando lo averigües voy contigo XD el problema es k Sae es de Zaragoza y nose cuanto puede costar un autobus XD

eso no es nada
es un viaje que se tiene que hacer